Una
ardiente noche de placer (5ta. Parte).
Inuyasha, apareció en la
época de Kagome en su forma astral, encontró que ya era de noche y
enfilo a su casa, grande fue sorpresa al ver que no había nadie en
ella. Inu salió de la casa y se puso encima de ella, la miro
fijamente para después ver al cielo.
-¿A
dónde pudieron haber ido?
Cerro sus ojos y buscando
concentrarse comenzó a respirar profundamente buscando ubicar la
esencia de Kagome, después de un par de minutos una sonrisa se formo
en sus labios y enfilo en dirección a donde ubico el olor de su
amada.
Rato después Inu llegaba
a la casa donde venia el olor de Kagome, extrañado entro y sintió
morirse al ver la escena que se desarrollaba en ese lugar. No podía
creer lo que esta viendo, en una cama su amada Kagome se encontraba
completamente desnuda con dos hombres que estaban en la misma
condición que ella y que la estaban abrazando, besando y acariciando
su desnudo cuerpo, pero lo que mas le dolió fue ver que ella no
oponía resistencia alguna, ella solicita les ofrecía sus labios y
permitía que sus manos acariciaran a placer su hermoso cuerpo.
Inuyasha se acerco a ellos y enfoco su mirada a Kagome.
-No…No,
por favor, Kagome…Dime que no es cierto lo que estoy viendo…¿Por
qué? ¡!¿POR QUE?!!
Con horror comprendió que
él podía responder a esa pregunta…Que todo era por su culpa.
-Kagome…Perdóname
por ser tan cobarde y no encararte, pero yo te amo, por favor…No te
entregues a esos hombres por favor.
Sin embargo, sus suplicas
no fueron escuchadas y con horror vio que su amada seguía
disfrutando las ardientes caricias que los hombres le estaban dando y
mas aun cuando el escuchaba los ardientes gemidos que placer que su
amada estaba emitiendo. Fue entonces que el hombre de cabellera
morada sin dejar de disfrutar el cuerpo de ella le dijo;
-¿Te gusta lo que estamos
haciendo Kagome?
Entre jadeos por la
excitación ella contesta.
-¡Ah!..Si Sr. director
Mohamed. Es maravilloso.
Entonces Inu vio como
ambos hombres se miraron el uno al otro y el de pelo negro se separo
de ellos, para que después el otro hombre al que identifico como
“Mohamed” puso su cuerpo encima del cuerpo de su amada, tomo el
rostro de ella en sus manos y le dio un ardiente beso en sus labios,
Inuyasha sintió una enorme tristeza al ver como su amada cerraba sus
ojos y le ofreció sus labios a ese hombre, esos labios que
finalmente comprendió quería besarlos mucho más que los fríos
labios de Kykyo.
Así, mientras Mohamed
disfrutaba los labios de Kagome su mano derecha se deslizo por debajo
del cuerpo de ella hasta que alcanzo sus nalgas las cuales comenzó a
manosear a placer, rompió lentamente el beso y comenzó a besar y
lamber su sedoso cuello, su enorme y erecto pene comenzó a frotarlo
en el vientre de ella, su brazo izquierdo la abrazo por su delicada
cintura y sin dejar de manosear los carnosos glúteos de ella le dijo
con voz entre cortada por la excitación.
-Ah…Kagome…Que divinas
nalgas tienes.
Kagome se sonroja al
escuchar eso y con algunos problemas jadeando profundamente y con sus
ojos cerrados le responde mientras su cuerpo se estremece por las
ardientes caricias que esta recibiendo su cuerpo, el frotamiento del
enorme pene erecto en su vientre y el manoseo a sus nalgas le produce
placeres desconocidos e inimaginables a su cuerpo.
-Ah...No…Señor director
Mohamed…No…No me digas esas cosas que me avergüenza.
Sachin por su parte
observaba con lujuria la ardiente escena mientras iniciaba una lenta
masturbación e ignorando que un ser del pasado sufría al ver a su
amada ser disfrutada por su hermano.
Mohamed
seguía disfrutando a placer el virginal y casi infantil cuerpo de la
hermosa adolescente y el frotamiento de su miembro
contra ese sedoso vientre juvenil habían producido los efectos
naturales y un ligero hilo de líquido seminal salió de la punta de
su miembro humedeciéndolo y de paso a la piel de Kagome, la cual
sintió una onda de excitación recorrer su cuerpo al sentir el
caliente liquido en su piel.
El
apuesto y seductor hombre joven estaba enloquecido de lujuria y
Kagome era presa de nuevas y raras sensaciones que la arrastraban
hacia un torbellino de apasionada excitación que la hacía anhelar
un desahogo todavía desconocido. Fue así que Mohamed tomo a la
hermosa adolescente por la cintura y la forzó a que ambos cuerpos se
pegaran, ella simplemente se dejó conducir por el hombre y pensando
con tristeza que su promesa de entregarle su virginidad a Inuyasha
estaba a punto de terminar, ignorando completamente que con lagrimas
en sus ojos su amado Hanyou observaba la escena, atónito, incapaz de
creer lo que estaba viendo.
Con
sus hermosos ojos entornados, entreabiertos sus húmedos labios, la
piel caliente y enardecida a causa de los desconocidos impulsos que
se habían apoderado de su persona, era víctima propicia para
quienquiera que tuviese aquel momento la oportunidad. y quisiera
lograr sus favores y arrancarle su delicada rosa juvenil.
La
pasión de Mohamed, ahora a su máximo, lo incitaba a seguir
adelante, desoyendo los consejos de prudencia que de otra manera
hubiera escuchado sobre el hecho de gozar la virginidad de una
jovencita aun inmadura para practicar el deporte del amor. Fue
entonces que los dedos de su mano derecha se introdujeron el los
labios vaginales de la jovencita haciendo estremecer por completo su
cuerpo y que lanzara un gemido de placer.
Encontró
palpitante y bien húmedo el centro que se agitaba bajo sus dedos;
contempló a la hermosa muchacha tendida en una invitación al
deporte del amor, observó sus hondos suspiros, que hacían subir y
bajar sus senos, y las fuertes emociones sensuales que daban vida a
las radiantes formas de su joven compañera.
Las
suaves y turgentes piernas de la muchacha estaban expuestas a las
apasionadas miradas del hombre. Kagome
jadeaba profundamente tenía sus ojos cerrados y disfrutaba los besos
y caricias que el apuesto director de su colegio le estaba dando a
sus senos.
Inuyasha
por su parte abrió su boca y sus ojos muy grandes al ver en plenitud
el sensual y provocativo cuerpo desnudo de Kagome y un terror inundo
su ser al descubrir que...!Tenia una enorme erección! Mientras tanto
500 años en el pasado la anciana Kaede se cubría su boca con sus
manos al ver la enorme erección que sobresalía del pantalón del
hanyou.
-Inuyasha
¿Qué demonios está pasando contigo?-Pensó muy nerviosa la anciana
sacerdotiza.
Ante
semejante visión erótica, Mohamed no pudo controlar su excitación
y comenzó a lamber los senos de Aome, mientras su hermano cuya
excitación había aumentado frotaba con mayor intensidad su erecto y
enorme pene.
Después
de saborearlos por un muy buen momento deslizo sus dedos y los
introdujo en su húmeda rendija y comenzó a moverlos, haciendo que
la bella joven arqueara hacia atrás su cuerpo y lanzara un gemido en
contra de su voluntad, Kagome sintió morirse de vergüenza, Inu
quería morirse también, pero de tristeza.
Kagome con timidez
se cubrió sus senos con sus manos y echando a un lado su cabeza y
con sus ojos cerrados. Mohamed observo detalladamente el hermoso
cuerpo desnudo que tenía enfrente, incrementando su lujuria y el
deseo por desflorar a esa angelical criatura,
no pudo controlar su excitación y coloco su musculoso cuerpo encima
de ella y comenzó a lamber los senos de la linda adoelscente, al
tiempo que comenzaba a frotar su enorme y erecto pene contra el
sedoso vientre de la jovencita haciendola a ella cerrar sus ojos y
gemir de placer cuando sintio la ardiente lengua del hombre chupar
sus pezones y sentir como se frotaba en su vientre el enorme pene de
ese hombre, Kagome no pudo evitar sentir una mezcla de miedo y
excitacion al comprender que dentro de muy poco ese enorme pene se
introducira dentro de ella, Kagome rogo mentalmente a Kami tener las
fuerzas suficiente para soportar a semejante mounstro peludo,
mientras tanto Sachin seguia masturbandose sin dejar de verlos,
mientras Inu seguia llorando y sin saber que no podria hacer nada
para evitar que su amada Kagome se entregara a esos hombres, el sabia
que solo podia ahcer una cosa...Mirar y nada mas.
Continuara.
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